viernes, 16 de abril de 2010

Crónica
Las clases altas por encima de los valores familiares

La problemática del “qué dirán”


Un padre que escudándose en un joven para tratar de lavarse las manos de un crimen que cometió.

Por: Andrés Sarmiento Rivera


¿Qué dirán de una fiesta de quince? Esto no lo cuenta Bernardo Santos desde un lugar donde residen personas culpables e inocentes. Se encontraban en una fiesta de quince todas las personas de dedito parado, es decir, gente adinerada, disfrutando de la celebración organizada por Alfonzo Bustamante, padre de María José Bustamante, quien se encuentra en sus “quince primaveras”. Todo marchaba de lujo, el baile, salsa, merengue, todos emparejados, dando vueltas por la pista mientras algunos degustaban del buen whiskey, puro Old Par añejado, otros disfrutaban de la excelente comida, pollo a la fricase, arroz thai, paella, entre otros. Siguiendo con la fiesta, según comenta Bernardo, seducido por la belleza que cubría a su hermosa novia María José, se empezaron a dejar llevar por los tragos, en cada canción que bailaban, dejaban volar sus sentimiento y se reflejaban en muchos besos, besos que en tan sólo cuestión de minutos causarían el efecto de salir a escondidas a un salón de arriba, en pocas palabras pasará lo que tenga que pasar.

Al pasar el tiempo don Alfonzo, comienza a sospechar de ciertos comportamientos extraños de su hija, nauseas, antojos, el pequeño incremento de la barriga de María José, sin más rodeos, síntomas de embarazo. Don Alfonzo hace caso omiso a esta situación, sin hacer a un lado sus sospechas sobre la actitud de su hija, decide esperar un tiempo mas para corroborar esta idea que se le viene formando en la cabeza, hasta que un día, 6 meses después, cita a su hija a la sala de la casa donde empieza ese interrogatorio, esa tanda de preguntas hasta que termina sacándole la verdad a María José. Si padre estoy embarazada, el padre furioso le dice: de quién es ese bebé, y María José le responde: de Bernardo padre, mi gran amor.

Ay que tener en cuenta el tipo de sociedad en la que se veía envuelta María José, la alta sociedad, este desafortunado hecho, visto de esta manera por el padre de la menor, que a sus quince años causa tomar la decisión de un aborto. En ese momento de lo único que pensaba el padre era ‘el que dirán’. Viéndose ellos en la alta sociedad, con este problema encima para don Alfonzo actúa enfadado, refiriéndose al que dirá la alta sociedad, que tan solo a los quince años, ya embarazada y sin haberse casado. En ese momento don Alfonzo la obliga a practicarse al aborto sin medir las consecuencias y, a raíz de este hecho ocurre lo más trágico que le puede pasar a un padre, la muerte de un hijo.

Así mismo como ocurrió este hecho se tiene que aclarar quién fue el culpable de esta muerte (sabiendo que el padre fue el autor material de este hecho). Sin más remedio don Alfonzo acusa a Bernardo ser el que le impartió la orden a María José de cometer el aborto. Don Alfonzo, respetado doctor, adinerado, mueve sus contactos y en cuestión de días logra que este joven muchacho sea llevado a la cárcel por un hecho del que se vio afectado pero no fue realizado por él.
Luis Silva, cantante de música llanera, toma como ejemplo de vida esta historia relatada desde la cárcel La Fortaleza en Cundinamarca y la convierte en una canción titulada Romance Quinceañero y, colocándola en un contexto real se evidencian muchos casos parecidos solo por el hecho de no causar mala impresión en una sociedad llevada por el dinero.

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